sábado, 27 de abril de 2013

ÁFRICA

En la orilla de la playa estaba ella. Sus ojos color mar de largas pestañas observaban el horizonte y dejaban, sin ninguna vergüenza, escapar aquellas saladas lágrimas que no podría retener por más tiempo. El viento movía su larga melena caoba, mientras que el sol quemaba su piel ya bronceada. Poco a poco, la marea iba subiendo, al tiempo que el agua le iba refrescando los pies. 

África no se inmutaba del movimiento de la naturaleza, permanecía allí, de pie, alta y firme, como si nada pudiese con ella, aunque esto era la realidad aparente, ya que en su interior estaba rota, como aquellas pequeñas conchas que sin ninguna culpa se encuentran en la orilla de la playa y son pisadas por los que pasean. Estaba totalmente sola. Se secó las lágrimas y cogió un poco de carrerilla para zambullirse en el agua.

Estaba fría, muy fría, dio un par de brazadas y se volvió para mirar a la playa: En ese lugar había sentido mucho por él, desde odio hasta amor. Su rostro era serio, pero en su interior brilló una débil sonrisa, a la que siguió un sentimiento amargo y doloroso que le recordaba que él ya no estaba, que se había ido. Desesperanzada continuó nadando mar adentro, con rapidez y fuerza, intentado alejarse de aquella playa y ahuyentar aquellos tristes pensamientos.

Ya agotada se dio cuenta de que él iba a seguir en su mente y de que era inútil escapar de la realidad, ya que le perseguiría a dónde quiera que fuese.

Siempre le había querido y nunca dejaría de hacerlo.








 

JUSTO DETRÁS DE TI

Su cara se quedó inexpresiva por un momento. Se había quedado bloqueada al descubrir que había sido él. Empezó a pensar en todos los instantes en los que le había tenido cerca, y realmente habían sido demasiados, incluso había comenzado a sentir algo por él...cierto cariño tal vez... ¡Cómo había podido caer en su trampa! Y hasta había llegado a tener detalles, a hacerle cumplidos... ¡Qué boba y estúpida había sido! Una lágrima comenzó a amenazar su escapada, pero la rabia la contuvo y ganó la batalla. No dejó que la amargura se quedase en su cuerpo. Ahora comenzaría a actuar de manera diferente, le esquivaría, le ignoraría. De todas formas no iba a ser mala persona con alguien que era aún peor, con alguien que era un.... asesino.

sábado, 20 de abril de 2013

¡¡¡BUENOS DÍAS PRINCESA!!!

EL SUEÑO DE TODA MUJER: DESAYUNO EN LA CAMA

Los rayos del sol se colaban por los agujeros de la persiana. Poco a poco, notaba cómo la luz invadía la habitación y eso hacía que cada vez me tapase más con el caliente edredón. El olor de las tostadas recién hechas entraba en la habitación. Me froté los pies para darme un poco de calor. La puerta chirrió aunque él intentase entrar sin hacer ruido. Me hice la dormida. Sonreí. Una mano empezó a acariciar lentamente mi hombro destapado... ay, si estuviese dormida realmente eso no me despertaría, pero qué dulce era él... por fin sentí cómo sus labios rozaban los míos seguido de un "buenos días" susurrado a mi oreja. Sonreí, esta vez hacia fuera, mientras abría lentamente los ojos, y ahí estaba. Él:







Ya véis que hay muchos tipos de desayunos en la cama, pero sin duda, con el que yo me quedo es con el de La Princesita:





RANCHOS, MANCHAS, VACAS


Sí. He decidido que quiero un rancho. ¿Qué bien que sea tan poca cosa no? jaja. Además, no quiero uno cualquiera, me gustaría que fuese muy muuy americano. Además de acogedor, bien decorado y grande. Porque claro, tiene que caber toda la gran familia que, por si no os lo había dicho todavía, esas son las familias que me gustan. Las GRANDES. Aquí os dejo lo que me inspira para ese nuevo rancho...

1. El rancho de mi amigo Ralph Lauren


 2. Raíces profundas


 
3. Unos preciosos caballos


4. El hombre que susurraba a los caballos 


miércoles, 3 de abril de 2013

WE ARE DESIGNED TO.

SMILE.


"Una sonrisa cuesta poco y produce mucho. No empobrece a quién la da y enriquece a quien la recibe. Dura solo un instante y perdura en el recuerdo eternamente. Es la señal externa de la amistad profunda. Nadie hay tan rico que pueda vivir sin ella, y nadie tan pobre, que no la merezca. Una sonrisa tiene el valor desde el comienzo que se da. Si crees que a ti la sonrisa no te aporta nada, sé generoso y da la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa como quien no sabe sonreir".


¿Por qué las sonrisas? La verdad es que no lo sé, puede que porque las eche de menos. La verdad es que últimamente no se ve a mucha gente que sonría. A mí me gusta sonreír y aún mucho más a gente desconocida. No sé... siento que se llevan algo grande, un regalo bonito que les hará feliz y del que luego se acordarán. Es bastante triste que hoy en día casi no se sonría, sobre todo porque las sonrisas son contagiosas. Incluso si estás triste y alguien te sonríe, sonríes tú también, en agradecimiento. Pero es que está tan de moda ir de "morritos" por la vida... y es que el concepto de "un gran hombre" es el de aquel que no baja la mirada y que no saluda a los que tienen un puesto de menor relevancia... Una pena la verdad. No quiero que penseis que soy una de esas "heidis" que tienen boca siempre curva y que se alegran por cualquier cosa. No. Hay momentos en los que lo último que me apetece es sonreír, momentos en los que hasta ni quiero que me sonrían, pero sé, en el fondo, que, en esos momentos, estoy equivocada. Así que quiero invitaros a todos a sonreír (incluída a mí) y recordaros esas pequeñas cosas a las que podeis dedicarle una sonrisa...

1. Sonríe a tu alrededor en el momento  en el que empieza a sonar una canción que te trae buenos recuerdos


2. Sonríe a la persona con la que te chocas en el metro.


 3. Sonríe al profesor cuando respondes algo absurdo a una pregunta.


4. Sonríe cuando la lluvia sorprenda a tu pelo recién planchado.


5. Sonríe cuando alguien regresa a casa.


6. Sonríe a tu compañera que cocina en el piso cuando te toca un plato que te gusta (no tienes que dejar de hacerlo cuando no lo es jaja).


7. Sonríe cuando la cola del perro te roce toda la cara.


8. Sonríe cuando todavía queda un poco del chocolate escondido.


9. Sonríe cuando el hombre de tu vida te acaricie los pies.


 10. Sonríe al levantarte porque tienes otro día más de regalo para poder sonreír.