viernes, 10 de mayo de 2013

LA VECINA DE LA MENTIRA

Muchos creen o intentan autoengañarse pensando que es cierto, que "ocultar verdades" no es mentir. Cierto, no lo es, pero la realidad es que es la vecina de la mentira, ya que cuando ocultamos ciertas realidades inducimos al engaño y a la confusión de la otra persona, sabiendo que no llegará a descubrir esa verdad.

Yo, personalmente, odio la mentira. Todo lo que tiene que ver con ella y hasta a su hijo adoptivo que no tiene la misma sangre. La odio porque lo destruye todo. En primer lugar a la misma persona que la usa, pues cuando miente intenta influír en la otra persona para que esta tenga un pensamiento o realice algo, o inútilmente, intenta autoengañarse, por lo que su engaño abarca a más personas, incluído a él mismo. Por otro lado, destruye a la persona a la que miente, incluso diría yo que la está infravalorando pues la cree demasiado "inocente" o idiota como para descubrir la cruda realidad.

Las consecuencias de la mentira son grandes, muy grandes. Las mentiras rompen relaciones, la confianza entre dos personas, son adictivas e incluso como he oído por ahí, el que las usa muchas veces acaba con este pensamiento: soy bueno porque le estoy ahorrando sufrimiento. En serio, pensando eso ¿quieres que te lo hagan a ti? Tú mismo sabes la respuesta, pero si tienes dudas:



No hay comentarios: