lunes, 17 de febrero de 2014

-LOVERS-

La verdad es que no pensaba escribir nada sobre el día de San Valentín. Quizás porque siempre me ha parecido que es un día puramente comercial. Pero es que después de leer la entrada de El Cajón de Gatsby, no me he podido contener. Debe ser que ahora, esta fecha tiene realmente un significado para mí

Es verdad que el objetivo de muchos en San Valentín es superfluo, pero vamos, como casi todo hoy en día. Se trata de darle la vuelta a la moneda y ver que hay otra cara que solo la puedes descubrir con un cambio en tu actitud. 

Es cierto que las palabras se las lleva el viento, que las flores se marchitan y que los bombones se derriten. Pero es por eso que gran parte de su valor reside en su caducidad. Puedes leer y releer en una carta un "te quiero", pero está claro que no sonará con la voz de su remitente, ni estará acompañado por su sincera mirada... Puedes secar unas rosas para conservar el recuerdo, pero perderán su aroma, su color rojo intenso... Puedes congelar unos bombones, pero terminarán perdiendo su cremosidad... De ahí, la emoción que se siente al recibir cualquiera de estos regalos.

 Por otro lado, es verdad que velas y corazones no van a borrar de un día para otro las cosas que se han hecho, las faltas de cariño, las meteduras de pata... pero al ser un día especialmente dedicado a los amantes, estos pueden planteárselo como un lunes para empezar una dieta o cualquier cosa similar. Lo mismo pasa con el día de Fin de Año: es cierto que por mucho que cambie el calendario no vas a cumplir de repente todas tus metas ni serás esa superpersona que siempre has deseado ser. Pero lo importante está en que ese día es un buen momento para reflexionar todo lo que has dejado atrás, lo que no has aprovechado... Pensar en lo que te ha hecho caer y en las fronteras que debes derrumbar para poder ser mejor y más feliz. 

¿Y por qué el día de los enamorados no iba a poder ser un día semejante? En ese día, es bueno que te replantees porqué estás junto a esa persona que está en el otro lado de la mesa, que recuerdes qué fue lo que te atrajo de ella, que aceptes todos sus defectos y que adores todas sus virtudes. Que la quieras. Que te pongas nuevos objetivos para con ella y para que vuestra relación sea más fuerte. Porque sin duda está claro que nuestra generación es la de los vagos. La de que si algo se estropea, se deja y no se arregla. Porque tendemos a buscar nuestro confort y felicidad antes que el de los demás y así, nada nunca funcionará. Y porque tendemos a infravalorarnos y así también a la persona que tenemos al lado, sin poner fe en ella y sin creer que la felicidad no se alcanza sin aceptar el sufrimiento.


miércoles, 5 de febrero de 2014

-KERCHIEF-

Quizás sea un complemento en el que nunca te hayas parado a pensar o puede que sí pero no has sabido cómo combinarlo o creías que no era de tu estilo ni acorde al tiempo en el que vivimos. Lo normal, vaya. No es que sea una añadido de uso común, pero igual no te habías dado cuenta de quién lo ha llevado o lo sigue luciendo ni de cómo se puede combinar ni usar para resaltar cualquier prenda. Dejo aquí un recorrido de mis referentes preferidos...

-JANE AUSTEN-
DARCY & WILLOUGHBY & KNIGHTLEY & ...
-CLASICS-
AUDREY HEPBURN & CARY GRANT & PAUL NEWMAN & ERROL FLYNN

-THE RUSSIAN STYLE-
MIROSLAVA DUMA




-EL TIEMPO ENTRE COSTURAS-
SIRA QUIROGA


-GOSSIP GIRL-
SERNA VAN DER WOODSEN &BLAIR WALDORF & CHUCK BASS
 

lunes, 3 de febrero de 2014

TIC TAC, TIC TAC


SI TUVIESES TODO EL TIEMPO DEL MUNDO, ¿LO ADMINISTRARÍAS IGUAL?
"No hay que dejar que el reloj y el calendario nos impidan ver que cada momento de la vida es un milagro y un misterio" 

Muchas veces nos excusamos en que no tenemos tiempo, en que nuestro día es un completo caos y en que tenemos que hacer antes muchas cosas más. El gran problema es que estamos habituados a confundir los términos de importancia y urgencia, y  así, solemos poner por delante lo urgente que no suele ser lo importante.

Es entonces, cuando te ponen la zancadilla para ver si cuando te des de bruces contra el suelo, espabilas. La pena está en que no todo el mundo es capaz de decirnos que vamos por el camino equivocado, ni dónde está esa piedra que tenemos que eliminar o al menos pulir cada vez más para que desaparezca y no nos caigamos siempre por el mismo motivo. Suele darse que el que te lo dice es el que más te conoce, el que más te quiere. Ese que es en el fondo un gran valiente, pues es en esas ocasiones es cuando más mordemos y cuando nuestro orgullo ensalza nuestra parte más animal. Es curioso cómo volvemos después (de media hora o de unos cuantos días –depende de cada uno-), con la cabeza gacha y la frase de “tenías razón…” grabada a fuego en nuestra frente.

Pero lo más importante no está en esa caída, sino en cómo te levantas y que actitud eliges para volver a enfrentarte de nuevo a ese defecto. Un defecto que conocen perfectamente los que están cerca de ti pero del que no depende su amor por ti (o no debería) puesto que solemos decepcionar siempre por lo mismo y, aunque eso duela, lo que de verdad importa es la fe y la confianza que ponen en nosotros creyendo que podamos mejorar.

De esta forma, poder llegar a organizarnos bien el tiempo y siempre siendo muy flexibles de cambiarlo puesto que lo más importante puede darse en el mismo momento en el que tenemos algo urgente que hacer. Y eso para todo, porque "la verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente" y no debe existir ninguna patética excusa pues "los que dicen que no tienen tiempo para mirar una flor son los que no tienen tiempo para disfrutar de la risa de sus hijos, para hacer amigos o andar descalzos bajo la lluvia".