lunes, 30 de septiembre de 2013

HERMANAS DE SANGRE

Nunca supe el momento exacto en el que nos separamos. Y eso fue algo que jamás había esperado. Llevabábamos toda la vida haciendo los mismos planes, compartiendo la misma ropa, teniendo las mismas opiniones sobre las mismas cosas, esa pequeña rebeldía, esas grandes manías... Supongo que compartir tu vida con una persona que te lleva un año y que ha estado siempre a tu lado, es lo normal. Pero a mí no solo me gustaba, me encantaba. Sin duda lo que más nos deleitaba era soñar. Soñar con un futuro que entonces todavía estaba muy lejano. Y es que pensar en los planes que harás cuando estés casada y con hijos son bastante distintos a los que hace una mocosa de 15 años.

Y de pronto, sucedió. Imagino que se realizó de modo gradual, pero eso no lo notas hasta que un día te paras a pensar y, para mi pesar, de esos antes había muy pocos. Nuestra vida cambió radicalmente. Cada una había escogido un rumbo diferente. Y fue realmente triste cuando me di cuenta. Sobre todo porque creía que yo había tenido más suerte, aunque en el fondo las oportunidades habían sido las mismas. Me culpaba entonces de no haberme preocupado lo suficiente, de no habérmela llevado conmigo. Hacia mi camino. Ya sé que cada uno siempre cree que su camino es el mejor, pero objetivamente, yo había tenido la fortuna de caer en el correcto.

Pero es que ahora ya han pasado tres largos años desde ese distanciamiento. Ahora me alegra ver cómo nos hemos vuelto a unir y es que la vida nos ha ido juntando, gracias a Dios, no en el sendero equivocado. Entonces, tampoco hubiese creído de nuevo en este reencuentro, pero cada vez tengo más fe en que esta unión se hará más fuerte y que irá más allá de que seamos hermanas de sangre.

martes, 17 de septiembre de 2013

ESCRIBIENDO UN NUEVO LIBRO

Perdona si he tardado en escribir. Últimamente no me sentía muy inspirada. Quizás porque me propuse tener el tiempo completamente ocupado para evitar que mi cabeza comenzase a pensar... Y es que he estado de plan en plan, embotellada en las conversaciones, disfrutando de un ritmo rápido en el que no cabe imaginar. Porque realmente eso era lo que no quería: pensar. No dedicar ni un minuto a la desesperación, a la tristeza o al abandono. Ni siquiera era capaz de enfrentarme contra el hecho real de olvidar...

Muchos creen que los problemas, discusiones o lo que sea, se resuelven fácilmente con un simple "olvidar". Pero es que cuando aceptas olvidar estás permitiendo borrar una parte de tu vida. Y lo haces porque no puedes soportar vivir con ciertos recuerdos que cuando evocas no hacen otra cosa que hacerte daño, y no precisamente porque sean recuerdos dolorosos en sí, sino porque cuando te vienen a la memoria esos buenos momentos adquieren un sabor amargo. Y es cuando entonces tienes ese "algo" en el subconsciente que no te deja dormir. Es cuando en un gran momento de felicidad, tu risa se torna en un llanto porque te has acordado de algo. Es cuando tienes que decidir si quieres encerrarte o salir. Cuando hay una batalla en tu interior, entre corazón y razón. Donde uno exige olvidar y donde el otro quiere recordar. 

A pesar de esta lucha constante, el tiempo no se puede evitar y, poco a poco, al mismo tiempo que vas tachando los días del calendario, vas creando nuevos recuerdos. Recuerdos que comienzan a comer a los viejos. Recuerdos en los que esa persona deja de ser la protagonista. Y así irás escribiendo un nuevo libro, uno que seguramente jamás te habías imaginado, donde la historia cambia constantemente y  del que, gracias a Dios, no sabes el final...

lunes, 9 de septiembre de 2013

BYE BYE SUMMER TIME

Cuando el tiempo comienza a refrescar, cuando los días se hacen más cortos y cuando las despedidas y los recados se aglutinan, se empieza a notar que el comienzo de curso está a la vuelta de la esquina. La rutina, el día a día, los horarios fijos, las madrugadas, los cafés indeseables... Pero realmente lo notas cuando coges tu bic que no es que te lo hayas comprado, sino que estaba por ahí, y comienzas a tomar apuntes. Es entonces, al ver tu letra de imbécil, cuando te das cuenta de que el curso ha empezado y de que hay que ponerse las pilas, quieras o no.
Y luego están esas ganas que vienen y van. Los pros y los contras. Adiós verano, adiós tiempo libre, adiós ritmo lento.... pero también es un saludo a los buenos amigos, a la vida "independizada" en el piso y, sobre todo, a hacer cosas de provecho que eso siempre nos reconforta. Y es curioso cómo además de las buenas y malas razones para comenzar, cómo el inicio de curso es totalmente diferente al anterior, a todos los anteriores. Comienzas de forma distinta. Ya no estás rodeado de desconocidos, hay gente que ha ido entrando y saliendo de tu vida a lo largo de la carrera y afrontas el nuevo curso con una madurez ya más o menos establecida. Y por eso es distinto y tienes un nuevo curso que disfrutar.

domingo, 1 de septiembre de 2013

MY BOYFRIEND´S SHIRT

Cuando abrí el armario mis ojos no dudaron ni un instante en posarse en aquella camisa XXL que ya no me pertenecía. Sus poderes mágicos se habían evaporado. Aunque ahora me reconfortase volver a ponérmela y recordar, no surtiría efecto. Antes, cuando la llevaba, me sentía completamente segura, salvaguardada por esas mangas tan amplias y muy cómoda entre esa tela tan grande. Con ella sentía que me defendía de los chicos que tenían en mí otras intenciones. Ella les gritaba: ¡ALTO! Y yo, cuando veía sus efectos, no podía dejar de escapar una sonrisilla traviesa. Pero ahora no tenía ningún valor, ya no y eso era porque lo que hacía mágica a la camisa era el amor y, cuando este terminó, ese poder se disipó. Después de caer en la cuenta de todo esto, recordé que mi vida tenía que continuar, desgraciadamente, sin él. Y con más pena la puse en el montón de la ropa sucia, pensando con tristeza que toda la esencia de la camisa se eliminaría en la lavadora, aunque estaba claro que lo primordial ya había desaparecido de ella.