Razones del compromiso en la vida y en la historia
(Basado en la película Sophie Scholl)
Sophie Scholl se compromete a revelarse contra el nazismo, que anula la
libertad y conciencia del hombre. Así,
llega a repartir en la universidad unas octavillas que denuncian al Estado
totalitario impuesto por Hitler. Es cierto que en una sociedad debe haber una
autoridad que ordene las opciones múltiples de libertad para que se respete la
libertad de todos, pues la libertad termina donde comienza la de otro, pero el
Estado hitleriano no respeta esa libertad social, más bien, intenta imponer una
mentalidad a la sociedad y tacha de enemigo del sistema a todos los que no la
compartan, como le sucede a Sophie, Hans y a Christoph.
El Estado nazi surge con la escusa
de poner orden (“sin ley no hay orden” dice Mohr, el encargado de la
confesión de Sophie) y conseguir el progreso de Alemania, pero no hay progreso
sin libertad y por eso este estado fracasa. Se necesita un compromiso para que
la historia progrese y este compromiso debe hacerse libremente. Sophie no
quiere comprometerse con la ideología nazi puesto que considera que atenta
contra la libertad y la dignidad de la persona, así que decide escuchar a su
conciencia. Gracias a su conciencia, Sophie sabe quién es y qué está bien y qué
mal, por eso sabe que prevalece su conciencia sobre la ley. Ella se lo recuerda
en el interrogatorio a Mohr: “La ley cambia, la conciencia, no”. Y es que hasta Mohr se sorprende de cómo ella rechaza su
propuesta para salvarse: “¿Cómo es que corre tanto riesgo por esas erróneas
ideas?”, a lo que ella responde: “Por mi conciencia”.
Sophie está tranquila porque confía en la verdad que dictamina su
conciencia, que es donde está con Dios, al que tiene presente durante toda la
película cuando mira al cielo, incluso antes de su muerte: “Aún brilla el sol”.
Y es que la conciencia nos indica cómo funcionar y, si hacemos algo en contra
de ella, nos avisa con los remordimientos. De ahí que Sophie no se arrepienta
de lo que ha hecho y si volviese atrás en el tiempo lo volvería a hacer: “Asumo
lo ocurrido, creo que he hecho lo mejor para mi pueblo, no tengo nada de lo que
arrepentirme”. Su padre, también se lo recuerda en su despedida en la cárcel.
Sophie no deja que su conciencia se adormezca y así no termina perteneciendo a
esa masa homogénea a la que pertenecen todos los que siguen a Hitler. Así,
Sophie no se pliega ante nada, ni siquiera ante la muerte.
Sophie se compromete con la verdad que le dictamina su conciencia. Hitler
se compromete también con la suya, pero he aquí la importancia de tener bien
formada la conciencia. Y es que realmente se cree que “el ignorante es feliz”,
pero ésta es solo una tapadera para no enfrentarse con la realidad y una forma
de autoengañarse, porque quien sabe y conoce más, es más libre para elegir. De
esta manera también se entiende el compromiso, dado que muchos creen que
huyendo del compromiso serán más libres puesto que no estarán atados a nada y no
sufrirán por ello, pero esta es solo otra manera errónea de verlo. El
compromiso es una realidad, desde que te levantas hasta que te acuestas tienes
que comprometerte con algo o con alguien si quieres avanzar. ¿Qué haríamos si
el conductor del autobús no se comprometiese a salir a la hora establecida? Que
no llegaríamos a nuestro punto de destino y tendríamos que depender de los
sentimientos y actitudes de cada uno en el momento y no sabríamos a qué
atenernos. Sophie está comprometida con
su conciencia, aun cuando sabe que la van a ejecutar y por eso sigue
defendiendo su idea, aunque eso le haga ir a contracorriente con el régimen
establecido. Se conoce que sin compromiso no hay progreso, pero no deja de
haber un terror al compromiso y la gente
se limita solo a actuar, nada más. Los límites, las restricciones, las normas,
asustan. Pero ese miedo debe perderse porque aunque influyan, no perdemos
nuestra libertad, es más, se ensancha. La libertad es mayor cuando se
compromete con la libertad y el bien.
En conclusión, está claro que el hombre no debe cerrar los ojos al
compromiso. El compromiso es algo que se encuentra en la realidad del día a día
y por eso esquivarlo es huir del mundo real. Además, el compromiso ayuda a
progresar al hombre y, de esta manera, el hombre ayuda a progresar a la
sociedad. La sociedad no avanza sin el hombre comprometido. Pero ese compromiso
debe ser siempre libre y basarse en una conciencia bien formada, que indique lo
que está bien y lo que está mal. Esa conciencia no debe traicionarse aunque se
tenga la muerte delante, porque si no el hombre se corrompe. SophieScholl es
una persona comprometida con su conciencia y por eso quería que la sociedad
alemana fuese digna y libre. Es un ejemplo de que el compromiso debe estar en
todas las personas, independientemente de su edad (ella tenía 21 años). Muchos
podrían decir que fue una joven que por comprometerse tan pronto perdió su
libertad y de esa forma, su vida, aunque la verdad está en que su compromiso
fue el mayor gesto de amor que hizo y que ganó su libertad comprometiéndose y
pudiendo elegir entre defender sus ideas o no.
El acto más libre que hizo SophieScholl fue decidir morir por su
conciencia.
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