miércoles, 5 de junio de 2013

EL VALOR DEL COMPROMISO


Razones del compromiso en la vida y en la historia
(Basado en la película Sophie Scholl)

Sophie Scholl se compromete a revelarse contra el nazismo, que anula la libertad y  conciencia del hombre. Así, llega a repartir en la universidad unas octavillas que denuncian al Estado totalitario impuesto por Hitler. Es cierto que en una sociedad debe haber una autoridad que ordene las opciones múltiples de libertad para que se respete la libertad de todos, pues la libertad termina donde comienza la de otro, pero el Estado hitleriano no respeta esa libertad social, más bien, intenta imponer una mentalidad a la sociedad y tacha de enemigo del sistema a todos los que no la compartan, como le sucede a Sophie, Hans y a Christoph. 

El Estado nazi surge con la escusa  de poner orden (“sin ley no hay orden” dice Mohr, el encargado de la confesión de Sophie) y conseguir el progreso de Alemania, pero no hay progreso sin libertad y por eso este estado fracasa. Se necesita un compromiso para que la historia progrese y este compromiso debe hacerse libremente. Sophie no quiere comprometerse con la ideología nazi puesto que considera que atenta contra la libertad y la dignidad de la persona, así que decide escuchar a su conciencia. Gracias a su conciencia, Sophie sabe quién es y qué está bien y qué mal, por eso sabe que prevalece su conciencia sobre la ley. Ella se lo recuerda en el interrogatorio a Mohr: “La ley cambia, la conciencia, no”. Y es que hasta  Mohr se sorprende de cómo ella rechaza su propuesta para salvarse: “¿Cómo es que corre tanto riesgo por esas erróneas ideas?”, a lo que ella responde: “Por mi conciencia”. 

Sophie está tranquila porque confía en la verdad que dictamina su conciencia, que es donde está con Dios, al que tiene presente durante toda la película cuando mira al cielo, incluso antes de su muerte: “Aún brilla el sol”. Y es que la conciencia nos indica cómo funcionar y, si hacemos algo en contra de ella, nos avisa con los remordimientos. De ahí que Sophie no se arrepienta de lo que ha hecho y si volviese atrás en el tiempo lo volvería a hacer: “Asumo lo ocurrido, creo que he hecho lo mejor para mi pueblo, no tengo nada de lo que arrepentirme”. Su padre, también se lo recuerda en su despedida en la cárcel. Sophie no deja que su conciencia se adormezca y así no termina perteneciendo a esa masa homogénea a la que pertenecen todos los que siguen a Hitler. Así, Sophie no se pliega ante nada, ni siquiera ante la muerte. 

Sophie se compromete con la verdad que le dictamina su conciencia. Hitler se compromete también con la suya, pero he aquí la importancia de tener bien formada la conciencia. Y es que realmente se cree que “el ignorante es feliz”, pero ésta es solo una tapadera para no enfrentarse con la realidad y una forma de autoengañarse, porque quien sabe y conoce más, es más libre para elegir. De esta manera también se entiende el compromiso, dado que muchos creen que huyendo del compromiso serán más libres puesto que no estarán atados a nada y no sufrirán por ello, pero esta es solo otra manera errónea de verlo. El compromiso es una realidad, desde que te levantas hasta que te acuestas tienes que comprometerte con algo o con alguien si quieres avanzar. ¿Qué haríamos si el conductor del autobús no se comprometiese a salir a la hora establecida? Que no llegaríamos a nuestro punto de destino y tendríamos que depender de los sentimientos y actitudes de cada uno en el momento y no sabríamos a qué atenernos.  Sophie está comprometida con su conciencia, aun cuando sabe que la van a ejecutar y por eso sigue defendiendo su idea, aunque eso le haga ir a contracorriente con el régimen establecido. Se conoce que sin compromiso no hay progreso, pero no deja de haber  un terror al compromiso y la gente se limita solo a actuar, nada más. Los límites, las restricciones, las normas, asustan. Pero ese miedo debe perderse porque aunque influyan, no perdemos nuestra libertad, es más, se ensancha. La libertad es mayor cuando se compromete con la libertad y el bien. 

En conclusión, está claro que el hombre no debe cerrar los ojos al compromiso. El compromiso es algo que se encuentra en la realidad del día a día y por eso esquivarlo es huir del mundo real. Además, el compromiso ayuda a progresar al hombre y, de esta manera, el hombre ayuda a progresar a la sociedad. La sociedad no avanza sin el hombre comprometido. Pero ese compromiso debe ser siempre libre y basarse en una conciencia bien formada, que indique lo que está bien y lo que está mal. Esa conciencia no debe traicionarse aunque se tenga la muerte delante, porque si no el hombre se corrompe. SophieScholl es una persona comprometida con su conciencia y por eso quería que la sociedad alemana fuese digna y libre. Es un ejemplo de que el compromiso debe estar en todas las personas, independientemente de su edad (ella tenía 21 años). Muchos podrían decir que fue una joven que por comprometerse tan pronto perdió su libertad y de esa forma, su vida, aunque la verdad está en que su compromiso fue el mayor gesto de amor que hizo y que ganó su libertad comprometiéndose y pudiendo elegir entre defender sus ideas o no.  El acto más libre que hizo SophieScholl fue decidir morir por su conciencia.

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